MARTA CARNICERO HERNANZ (Barcelona, 1974), enginyera industrial i professora de tecnologia, es dedica a la cuina com a aficionada des que era petita. La seva inquietud gastronòmica l'ha dut a estudiar a la prestigiosa Escola d'Hostaleria Hofmann, així com a realitzar diversos cursos monogràfics.Actualment col·labora regularment en premsa escrita, així com al programa Via lliure (RAC1), des d'on aconsegueix transmete al públic el seu entusiasme per la bona cuina. Ha col·laborat també als programes De boca en boca (COM Ràdio) i La bona vida (CityTV).El 2004 va publicar Passa'm la recepta, un receptari modern i per a tots els gustos, i també és autora del llibre La cuina del thermomix (2005). Tant l'un com l'altre han estat reeditats diverses vegades.
Hace quince años, cuando llegué a vivir a Barcelona, compartí piso con dos porteños. Yo nunca había estado en Buenos Aires, pero conocía profundamente su geografía literaria. De pronto, todos aquellos nombres de calles, de barrios, de lugares emblemáticos, la ciudad imaginada en la que yo había paseado tantas veces a través de novelas, cuentos y poemas, se volvió el escenario de anécdotas rememoradas ...
La llegada a casa de Naïma, la niña que acaban de adoptar Júlia y Marcel, debía suponer el inicio de una vida familiar plena, pero la nueva situación a la que se enfrenta la pareja hará aflorar una realidad que se empeñaban en ignorar. «Si pensáramos que nos morimos poco a poco, un poquito cada día, procuraríamos centrarnos en lo que nos hace felices. ...
Hace quince años, cuando llegué a vivir a Barcelona, compartí piso con dos porteños. Yo nunca había estado en Buenos Aires, pero conocía profundamente su geografía literaria. De pronto, todos aquellos nombres de calles, de barrios, de lugares emblemáticos, la ciudad imaginada en la que yo había paseado tantas veces a través de novelas, cuentos y poemas, se volvió el escenario de anécdotas rememoradas ...
La llegada a casa de Naïma, la niña que acaban de adoptar Júlia y Marcel, debía suponer el inicio de una vida familiar plena, pero la nueva situación a la que se enfrenta la pareja hará aflorar una realidad que se empeñaban en ignorar. «Si pensáramos que nos morimos poco a poco, un poquito cada día, procuraríamos centrarnos en lo que nos hace felices. ...