Desde que el Verbo se hizo carne, la liturgia nos enseña que el lenguaje nos habita. Pero no basta ser habitados por éste. La escritura tienen como fin primordial permitir que lo habitemos para que la palabra se exprese plenamente: «Ah, si esta desanunciada / ser pudiera contigo / como una roca viva / sin estar en el lenguaje.» Este pulcro poemario de Lucrecia ...