Thorpe Hazell provoca siempre el más absoluto desconcierto en todo aquel que no esté familiarizado con sus numerosas particularidades: pelirrojo, entusiasta del ejercicio físico, ferozmente vegetariano, y cuya erudición en lo referente al coleccionismo de libros solo resulta equiparable a su saber casi científico sobre el mundo del ferrocarril. De ahí que las compañías de trenes soliciten tan a menudo su experto juicio a ...