El segundo poemario del poeta norteamericanoEl loro habla. Pero antes de hablar, absorbe palabras. Selecciona las que más le han gustado, las repasa con sus plumas y las suelta. Quiere emular. El resultado se parece a lo ya dicho, pero resulta extraño. El loro escucha mucho y habla poco. Miles y miles de palabras pasan por sus oídos. Unas pocas quedan en el tamiz ...
El segundo poemario del poeta norteamericanoEl loro habla. Pero antes de hablar, absorbe palabras. Selecciona las que más le han gustado, las repasa con sus plumas y las suelta. Quiere emular. El resultado se parece a lo ya dicho, pero resulta extraño. El loro escucha mucho y habla poco. Miles y miles de palabras pasan por sus oídos. Unas pocas quedan en el tamiz ...