Mundialmente conocido por su descubrimiento del condicionamiento operante —la famosa «caja de Skinner»— y sus importantísimos trabajos en el campo de la enseñanza programada, Skinner (1904-1990) fue un hombre de una honestidad científica a toda prueba. El rigor de sus métodos de observación y experimentación fue realmente impresionante. Nunca aceptó soluciones fáciles, siempre mostró gran prudencia en el uso de conceptos y sólo generalizó los resultados de sus observaciones cuando existían suficientes garantías para ello.