Cuando Wilkie Collins murió en 1889, la lectura de su testamento escandalizó a sus contemporáneos. En él dividía su herencia entre sus dos amantes, Caroline Graves y Martha Rudd, a la vez que reconocía como propios a los tres hijos de esta última.
Vértice de un singular "ménage à trois", personaje central de círculos literarios y artísticos, amigo de Dickens, Coleridge, Wordsworth; su vida es ...