El fotógrafo danés Peter Lime, 50 años (esposa e hija españolas encantadoras, un bonito piso en el centro de Madrid y un futuro confortable), tiene un pasado tortuoso, a la imagen de su profesión: paparazzo. Famoso desde hace años por la foto de Jacqueline Kennedy desnuda —que lo convirtió en el terror de los poderosos—, está siempre dispuesto a arrojar nueva carnaza a un ...