Para el hombre primitivo el mundo era algo vivo; aun el trueno, la súbita oscuridad, la piedra que le hacia tropezar y caer eran cosas animadas. Si el río no fluye -decía el antiguo- es porque no quiere hacerlo. Llueve porque el gigantesco pájaro Imdugud cubre el cielo con sus negras alas y devora al Toro del Cielo, cuyo cálido aliento abrasa las cosechas. ...