Hideshi Hino nació en Manchuria en 1946, pero pronto se trasladó a Tokio con su madre, donde el clima de posguerra marcaría profundamente su niñez y decidiría su obra futura. Recuerda haberse sentido muy afectado en su juventud por Seppuku, la fascinante película de Masaki Kobayashi en torno al bushido y la práctica del harakiri, tanto que empezó a pensar seriamente en dedicarse a la dirección cinematográfica.
Hoy, con títulos tan imprescindibles en su bibliografía como La serpiente roja, El niño gusano, Circo de monstruos, Criatura maldita, El hombre cadáver, Panorama infernal, La enfermedad de Zoroku, Onimbo, El hijo del diablo, Noches de Zipango, Galería de horrores o Historias de la máscara confiesa haber matado a su padre al manos hasta tres veces en sus historietas y nadie duda en considerarlo el autor vivo más insólito e influyente del cómic de terror.
Una constelación de luces titila en la noche de la ciudad. Familias enteras se protegen de miedos y peligros al calor de sus hogares. Porque, de puertas adentro, nada puede ocurrir. Ah, pero cada casa es un mundo. Y en el confortable corazón del hogar no solo hay lugar para la luz, también anidan maldiciones y secretos. Algo que ha empezado a extenderse como ...
Una misteriosa figura extiende un abanico de naipes. Son cincuenta y dos cartas negras. En ellas, representados, todos los terrores que alberga el corazón humano. Cuchillos, espejos, relojes, ratas y gusanos. Un infame surtido de crímenes firmado por el prestidigitador del terror, el extravagante Hideshi Hino. ¡Recordaréis estas historias cuando estéis en el infierno!
Una constelación de luces titila en la noche de la ciudad. Familias enteras se protegen de miedos y peligros al calor de sus hogares. Porque, de puertas adentro, nada puede ocurrir. Ah, pero cada casa es un mundo. Y en el confortable corazón del hogar no solo hay lugar para la luz, también anidan maldiciones y secretos. Algo que ha empezado a extenderse como ...
Una misteriosa figura extiende un abanico de naipes. Son cincuenta y dos cartas negras. En ellas, representados, todos los terrores que alberga el corazón humano. Cuchillos, espejos, relojes, ratas y gusanos. Un infame surtido de crímenes firmado por el prestidigitador del terror, el extravagante Hideshi Hino. ¡Recordaréis estas historias cuando estéis en el infierno!