González Sainz ha querido navegar, esta vez, en estos caprichos o disparates. Se trata de cuatro calas o iluminaciones sobre la condición de nuestra época y de nuestra conciencia (o falta de conciencia), sobre el destino de los habitantes del nihilismo contemporáneo, y sobre la naturaleza del poder y de la inocencia, el engaño y la realidad del vaivén de las cosas humanas.