Cuando el último veraneante regresa a la cárcel de su rutina y los chiringuitos se vacían, comienza a surgir la verdadera esencia de los pequeños enclaves costeros. Los habitantes del lugar quedan sometidos al hastío de un lunes perpetuo; las envidias, tensiones y disputas se multiplican entonces con enconada furia.
Un grupo singular de ciudadanos, movido por las más diversas causas, se decidirá a ...