Augusto Monterroso (guatemalteco, nacido en 1921) vivió exiliado en México desde 1944. Incorporado de lleno a la vida cultural de este país, en él escribió toda su obra literaria. En 1975 recibió el premio Xavier Villaurrutia y en 1988, la condecoración del Águila Azteca. Los libros de narrativa y ensayo que le han dado un lugar sobresaliente dentro de la literatura en lengua hispana son: Obras completas (y otros cuentos) (1959), La Oveja negra y demás fábulas (Alfaguara, 1998), Movimiento perpetuo (Alfaguara, 1999), Lo demás es silencio (1978), La palabra mágica (1983), La letra e (Alfaguara, 1998), Los buscadores de oro (Alfaguara, 1993), Cuentos, fábulas y lo demás es silencio (Alfaguara, 1996), Pájaros de Hispanoamérica (Alfaguara, 2002) y, en colaboración con Bárbara Jacobs, Antología del cuento triste (Alfaguara, 1997). En 1993 fue nombrado miembro de la Academia Guatemalteca de la Lengua Española, y en 1996, doctor Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala, además de miembro de la Orden Miguel Ángel Asturias y premio Nacional de Literatura en 1997, en Guatemala. Ese mismo año recibió el premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. En 2000 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Falleció en 2003 en la Ciudad de México.
Libro de entrevistas donde Augusto Monterroso habla sobre la audacia cautelosa, la definición de las fábulas inmoralistas, la inutilidad de la sátira y la tristeza del humor, en compañía de Jorge Ruffinelli, Margarita García Flores, Josefina e Ignacio Solares, José Miguel Oviedo, René Avilés Fabila, Marco Antonio Campos, Graciela Carminatti, Elda Peralta, R.H. Moreno-Durán y Ana María Jaramillo.
Obras completas (y otros cuentos): con este título de impasible ironía se dio a conocer un escritor de excepción, el guatemalteco Augusto Monterroso. Desde este primer libro incisivo, provocador, centelleante, inesperado, Monterroso se instaló, como quien no quiere la cosa, como a hurtadillas, en primera línea de la literatura en lengua española, e inició, sin prisas, su particular cruzada contra la Solemnidad.
En este libro, Monterroso nos ofrece ingeniosos y breves homenajes a ciertos autores y géneros literarios, componiendo un mosaico de textos que contribuye a afirmar el carácter ecléctico y polifacético del autor.
Se inicia con una cita del erudito romántico alemán Joseph Freiherr von Eichendorff:
"Es preciso encontrar la palabra mágica para elevar el canto del mundo."
Libro de entrevistas donde Augusto Monterroso habla sobre la audacia cautelosa, la definición de las fábulas inmoralistas, la inutilidad de la sátira y la tristeza del humor, en compañía de Jorge Ruffinelli, Margarita García Flores, Josefina e Ignacio Solares, José Miguel Oviedo, René Avilés Fabila, Marco Antonio Campos, Graciela Carminatti, Elda Peralta, R.H. Moreno-Durán y Ana María Jaramillo.
Obras completas (y otros cuentos): con este título de impasible ironía se dio a conocer un escritor de excepción, el guatemalteco Augusto Monterroso. Desde este primer libro incisivo, provocador, centelleante, inesperado, Monterroso se instaló, como quien no quiere la cosa, como a hurtadillas, en primera línea de la literatura en lengua española, e inició, sin prisas, su particular cruzada contra la Solemnidad.
En este libro, Monterroso nos ofrece ingeniosos y breves homenajes a ciertos autores y géneros literarios, componiendo un mosaico de textos que contribuye a afirmar el carácter ecléctico y polifacético del autor.
Se inicia con una cita del erudito romántico alemán Joseph Freiherr von Eichendorff:
"Es preciso encontrar la palabra mágica para elevar el canto del mundo."