Nací con un lápiz en vez de un chupete. Lo usaba como mordedor, para dibujar en la pared de mi habitación, y para escribir historias. Aunque eso ya fue un poco más tarde, cuando aprendí a escribir, claro. Un día quise que mis historias conocieran mundo, y que el mundo las conociera a ellas. Y se gustaron. Escribo sobre todo para el público infantil, aunque también he colaborado con mis relatos para adultos en la antología literaria digital El Narratorio, en la revista mexicana delatripa, la revista Almiar y el periódico colombiano El Espectador en su sección de Cuentos de sábado en la tarde. Además he recibido el Accésit Honorífico del Premio Internacional de Cuentos Breves Maestro Francisco González Ruiz promovido por el diario Hoyesarte con mi relato Anatomía. También fui galardonada con el VI Premio Internacional Enric Solbes de Álbum Ilustrado de la Editorial Bromera con La Fuga, ilustrado por Pablo Pino, y tres de mis libros han sido seleccionados por la Fundación Cuatrogatos de Miami dentro de sus 100 libros recomendados (El alce negro y Oso blanco, oso marrón en 2020, y Francisca en 2021)
Zorro está esperando a una amiga para celebrar una velada romántica. Pero van llegando varios amigos que no quieren cenar solos. Así, Mapache, Liebre, Sapo y Lechuza se unen a esta improvisada cena en la que puede haber sorpresas.
Una liebre vivaracha se encontró en el bosque un alce negro que andaba perdido y desconocía su propia identidad. La liebre decidió ayudarle a encontrar su hogar de forma que fue preguntando a cuantos animales se encontraron por el camino. Sin embargo, los habitantes del bosque jamás habían visto un alce tan negro como aquel: su cuerpo era negro, sus cuernos eran negros y ...
Zorro está esperando a una amiga para celebrar una velada romántica. Pero van llegando varios amigos que no quieren cenar solos. Así, Mapache, Liebre, Sapo y Lechuza se unen a esta improvisada cena en la que puede haber sorpresas.
Una liebre vivaracha se encontró en el bosque un alce negro que andaba perdido y desconocía su propia identidad. La liebre decidió ayudarle a encontrar su hogar de forma que fue preguntando a cuantos animales se encontraron por el camino. Sin embargo, los habitantes del bosque jamás habían visto un alce tan negro como aquel: su cuerpo era negro, sus cuernos eran negros y ...