En el inmenso territorio que va desde la Venta de la Negra, en la Puebla del Río, hasta las profundidades del Bosque de las Rocinas, los negros cimarrones sobrevivían escondidos. Junto a ellos y a ellas, las esclavas y los esclavos de los duques de Medina Sidonia, que los acompañaban en sus fiestas y orgias en Doña Ana, y los Curros, negros y mulatos ...