En 1913, Luigi Russolo, músico e inventor futurista, escribía la carta-manifiesto "El arte de los ruidos" para reclamar la inclusión del ruido como elemento de representación de los nuevos tiempos en la música del futuro, una música que reflejase el verdadero espíritu de aquellos años: la industria creciente, el nuevo urbanismo, el arte de vanguardia y la tecnología, e incluso, cómo no, el clamor ...