En 1952, la poetisa norteamericana Helen Joy Davidson Gresham, católica, divorciada y comunista, apareció en la vida del cincuentón Clive Staples Lewis, anglicano, soltero y eminente hombre de letras británico, que ejercía en aquel entonces su magisterio en Oxford.
Helen –H., como se la denomina en el libro– sentía desde hacía tiempo una profunda admiración por Lewis, al que hasta ese momento sólo conocía a ...