La poesía de Laura es culpable porque ha llegado henferma a nuestras manos. Está operada, rota de dolor, sangra y habita en los cuerpos dirigidos a los cuartos de paredes blancas, al olor del suero, a la comida de hospital. «Este cuerpo solo este cuerpo/ rompiéndose / soy yo». La poesía de Laura también es culpable porque conoce que el alarido por la llaga ...