Fue Prometeo quien robó el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres. Con ese gesto tan sencillo, mitad crimen y mitad milagro, empezaron muchas cosas, pero otras terminaron. El fuego es origen, pero también final. Calienta, pero también quema; ilumina, pero también ciega. Es chispa, hogar, ceniza, renacimiento y destrucción. Desde las cavernas hasta los satélites, desde los mitos antiguos hasta los ...
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