«Emboscarse», o huir, aislarse en los bosques, no es un acto romántico, idílico. Muy al contrario, «el lector de este ensayo», escribe el propio Jünger, «habrá más bien de disponerse a emprender una excursión que da que pensar, una caminata que conducirá no sólo allende los senderos trillados, sino también allende los límites de este libro».
A partir de la crítica de los «nuevos analfabetos ...