EL EXTRAÑO CASO DEL DOCTOR JEKYLL Y MR. HYDE
Y OTROS RELATOS DE TERROR

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- EAN: 9788477025320
- ISBN: 978-84-7702-532-0
- Editorial: VALDEMAR
- Año de la edición: 2006
- Traductor: MOLINA FOIX, JUAN ANTONIO
- Encuadernación: Otros
- Medidas: 140 X 215 mm.
- Páginas: 240
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pvp 14,20 €
Con El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, R.L. Stevenson volvió a ocuparse de un tema que le preocupó durante toda su vida: la dualidad de la naturaleza humana. Localizada en el corazón de un Londres victoriano, la novela viene a ser una sucesión
de testimonios procedentes de varios testigos cuyo presunto fin es desvelarun misterio. Jekyll y Hyde son como una entidad disociada en dos. Hyde es la personalidad demoníaca, monstruosa de Jekyll, al que horrorizan las acciones de su doble maligno, y simboliza el mal que Jekyll se reprime a sí mismo, el cual, una vez liberado, no puede controlar. La edición, a cargo de Juan Antonio Molina Foix, se completa con otros cuatro relatos: Janet, la Torcida, una historia
que transcurre en Escocia en 1712, fue el resultado de un concienzudo estudio de Stevenson sobre la brujería escocesa; El ladrón de cadáveres aborda un hecho real ocurrido en Escocia a comienzos del siglo XIX; en Markheim vuelve a aparecer el tema del doble, pero el doble, en este caso, es el diablo; y Olalla, que también fue producto de un sueño y plantea el contraste entre la prístina belleza del escenario natural y la «antigua y ruinosa casa solariega» símbolo de la degeneración hereditaria.
«Lo que soñé sobre el doctor Jekyll –confesó el autor al New York Herald– fue que un hombre se ve obligado a entrar en un armario e ingiere una droga que lo transforma en otro ser. Me desperté y comprendí inmediatamente que había encontrado el eslabón perdido que andaba buscando desde hacía mucho tiempo, y antes de irme a la cama tenía muy claro casi todos los detalles de la trama.»
* * *
«Me di cuenta de que debía elegir entre las dos. Mis dos naturalezas compartían una misma memoria, pero todas las demás facultades estaban bastante desigualmente repartidas entre ellas.»
R.L. Stevenson