EPICLESIS

Edén Ferrer, en palabras de Julián Meza, fue un “poeta y un narrador con el que pocos dialogaron porque experimentó la creación poética con tanto pudor que casi no publicó”. Epiclesis ilustra esas dos vertientes que confluyeron en la vida de su autor; por un lado, recoge la única novela de Edén Ferrer, perfecta mezcla de erudición y humor en una historia absorbente y brillantemente narrada donde el crimen, la desidia y la estupidez se entretejen de diversas formas, aunada a una selección de ensayos y pequeños relatos; por otro, constituye una suerte de antología poética donde las más variadas imágenes se unen en un mosaico armónico que da cuenta del genio de su creador. Epiclesis es el testamento literario de un escritor cuya obra, inédita en su mayor parte y sumamente original, se integra a las letras mexicanas tras una larga espera.

“Con esto quiero decir, caballeros, que yo opté razonadamente por una suerte de transferencia (y postergación, por qué no) de mi propia extinción; es decir, sin eufemismos, mi muerte hubiese carecido de un impulso profundo al convertirse en un acto oscuro y anónimo (y sin duda egoísta), de haberse consumado de una manera aislada. Por lo contrario, al producirse la inmolación en la persona del sacerdote yo estaba ejerciendo una suerte (como ya he dicho) de transferencia, o si se quiere, de transubstanciación, que no es lo mismo que cargar con un simple homicidio en la conciencia, como si todo pudiera reducirse a algo tan peregrino como un delito. De ninguna manera se trata de esto. Además, no pienso darles el gusto de una palinodia. ¡Yo no soy un delincuente!”