REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, 1760-1830, LA

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, 1760-1830, LA.

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  • EAN: 9789681685171
  • ISBN: 978-968-16-8517-1
  • Editorial: FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
  • Traductor: FRANCISCO CUEVAS CANCINO
  • Encuadernación: Cartoné / hojas duras
  • Páginas: 216

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El ruido estridente de las locomotoras y de las máquinas de vapor anunciaba una nueva era: la época en la que la marcha del progreso era más hermosa que cualquier escultura griega. Las huellas imborrables de la Revolución industrial transformarían las estructuras y las relaciones sociales –así como sus sistemas de comunicación– en un periodo muy corto. No fue un fenómeno exclusivo de las fábricas, porque desde sus inicios modificó también la concepción del mundo y las formas de vida.
Este libro expone minuciosamente el impacto de la Revolución industrial en todos los sectores de la sociedad. Al cabo de cincuenta años se ha convertido en una referencia obligada del tema, que continúa estimulando tanto al público en general como a los especialistas. T.S. Ashton consigna sólo lo verdaderamente importante de un fenómeno tan complejo, y lo hace con objetividad digna de un maestro.

Lo que se llama la Revolución industrial no fue un fenómeno que se produjera solo en las fábricas: la agricultura, los sistemas de comunicación, la población –en lo que se refiere a su crecimiento y distribución–, el comercio, las finanzas, la estructuración social, la educación y la valoración del hombre sufrieron alteraciones profundas en proporción semejante a la industria.
Por ser Inglaterra el país donde se originó este proceso, y por tanto donde con más nitidez y con acometividad más arrolladora se perfila el ciclo naciente, es de interés siempre vivo el estudio de la época en que la Revolución industrial empezó a tomar auge en la sociedad inglesa. Muchos autores –economistas y novelistas entre ellos– han tratado este tema; algunos con maestría y visión de conjunto, mas frecuentemente desde posiciones ideológicas bien consolidadas. Así, fueron parciales y sacaron consecuencias que pecaron de absolutas y viciadas. T.S. Ashton, de la Universidad de Londres, nos presenta en cambio un estudio equidistante de posiciones extremas, sin dejar de consignar nada verdaderamente importante, con la objetividad que corresponde a su calidad de maestro en este aspecto de la historia.