Javier AGUIRRE GANDARIAS (Bilbao, 1941). A lo largo de su vida profesional ha ejercido la enfermería, tarea que ha compatibilizado con su vocación de poeta. Comenzó a publicar en 1977 editando y distribuyendo sus libros personalmente hasta afianzarse en la década de los 80 como un «paisajista del espíritu», debido a sus constantes referencias a la naturaleza y a sus versos intimistas y delicados. Es autor de los poemarios Del bosque y del olvido (Edición del autor, 1977), Sal despacio (Hordago, 1980), Otra edad (Edición del autor, 1982), El día y la noche (Edición del autor, 1984), Música del río (Pamiela, 1985), Como los loros, como las nubes (Edición del autor, 1989). Todos estos libros han sido recogidos en el volumen Soles (Edición de la UPV- EHU, 1991) en el cuarto número de su colección «Poesía vasca, hoy» con su versión en euskera. Posteriormente ha publicado Las Piedras (La Galleta del Norte, 1993), Una calle blanca (Astrolabio, 1994), Arena (Pamiela, 1998) y Por una manzana (Edición del autor, 2003). En 2008 publica una recopilación de poemas escritos entre 1993 y 2007 con el título Sumar y restar (Bermingham). Presente en numerosas antologías de poesía vasca, varios de sus poemarios están ilustrados por pintores como María Bilbao y José Luis Zumeta. Su anterior libro, Nube y cuchara (2012), ha sido editado en esta misma
En palabras de Carlos Aurtenetxe: ...Es casi imposible sobrevivir a la desnudez de la conciencia. A la pureza del instante. Y su verdad. A la palabra sola y verdadera. Al don de lo precario. La magia y autenticidad de la mirada poética de Javier Aguirre Gandarias consigue trascender las leyes de la realidad sin resultar contaminado ni vencido por ellas. Desde lo mínimo vence ...
Gandarias tiene la sencillez del más profundo poeta japonés, y esto es lo más difícil de lograr y el deseo de todo poeta verdadero. Una poesía estilizada, desnuda, limpia de grandilocuencias. Ha podado en ella todo lo superfluo y lo innecesario, ha desechado todo lo accesorio para dejarnos el poema convertido en pura vibración, germen, latido. Como un esqueje sus versos resucitan una y ...
Javier Aguirre Gandarias es el poeta. Hay buenos poetas, hay poetas de oficio o de inspiración. Hay poetas considerados sublimes o geniales, y hay incluso algunos que son importantes para la historia de la literatura. Qué más dará la historia de la literatura, ni la historia es real ni la poesía es literatura. Digo que Javier Aguirre Gandarias es el poeta porque sus poemas ...
En palabras de Carlos Aurtenetxe: ...Es casi imposible sobrevivir a la desnudez de la conciencia. A la pureza del instante. Y su verdad. A la palabra sola y verdadera. Al don de lo precario. La magia y autenticidad de la mirada poética de Javier Aguirre Gandarias consigue trascender las leyes de la realidad sin resultar contaminado ni vencido por ellas. Desde lo mínimo vence ...
Gandarias tiene la sencillez del más profundo poeta japonés, y esto es lo más difícil de lograr y el deseo de todo poeta verdadero. Una poesía estilizada, desnuda, limpia de grandilocuencias. Ha podado en ella todo lo superfluo y lo innecesario, ha desechado todo lo accesorio para dejarnos el poema convertido en pura vibración, germen, latido. Como un esqueje sus versos resucitan una y ...
Javier Aguirre Gandarias es el poeta. Hay buenos poetas, hay poetas de oficio o de inspiración. Hay poetas considerados sublimes o geniales, y hay incluso algunos que son importantes para la historia de la literatura. Qué más dará la historia de la literatura, ni la historia es real ni la poesía es literatura. Digo que Javier Aguirre Gandarias es el poeta porque sus poemas ...