(Murillo el Cuende, Navarra, 1977) llegó a Madrid en 1998 y se quedó a vivir casi sin darse cuenta. Se propuso entonces triunfar en el periodismo y convencer al mundo de que no se dice el Osasuna, pero le encargaron las crónicas del Atleti en Diario 16. En este libro insiste en el asunto como quien no quiere la cosa, por ver si alguien se da por enterado. Entre tanto, escribe de lo que surja y a veces tiene tiempo de tomarse un mojito —sin alcohol, en fin…— en compañía. Para los partidos de Osasuna prefiere, sin embargo, introspección y soledad.
Mientras la pelota cae, Camacho está atento y desencajado en la banda, como todo el año, y en el ambiente aún quedan restos de la rueda de prensa que dio Cruchaga un par de jornadas antes, con el equipo en puestos de descenso. «Tenemos que hacer un último esfuerzo entre todos para darlo todo. He visto desánimo y por eso quiero decir esto. Aquí no ...
Mientras la pelota cae, Camacho está atento y desencajado en la banda, como todo el año, y en el ambiente aún quedan restos de la rueda de prensa que dio Cruchaga un par de jornadas antes, con el equipo en puestos de descenso. «Tenemos que hacer un último esfuerzo entre todos para darlo todo. He visto desánimo y por eso quiero decir esto. Aquí no ...