La tarde del 6 de abril de 1994 alguien olvidó cerrar las puertas del infierno y todos los demonios se adueñaron de Ruanda durante 100 días, con sus noches. Odio, rencor, miedo y muerte se expandieron en una espiral planificada por el extremismo político del Hutu Power en lo que se considera el mayor genocidio de final del siglo XX. No fue una mera ...