Antonio Baños Boncompain (Barcelona, 1967) fa més de vint anys que és periodista i col·labora amb tota mena de mitjans. Ha publicat un parell de llibres sobre economia, La economia no existe i Posteconomia, on explica com aquesta cruel estafa que anomenen crisi ha pogut dominar i canviar les nostres vides. Va suar de valent a la Diada del 2012 com gairebé tots els catalans que hi eren i, com tots, es va emocionar i va sentir el vertigen d'una nova època que s'encetava. Per provar d'explicar-ho ha escrit La rebel·lió catalana (labutxaca, 2013), el seu primer llibre en català
La crisis no es una crisis, sino un asalto al poder absoluto por parte de las élites del capitalismo global. Es el arma de la posteconomía, una fase del sistema en la que el capitalismo está mutando hacia una forma nueva del feudalismo: recorte de libertades y de prestaciones sociales, extensión sin límites de la pobreza...
La economía no es, como pretende, una ciencia, sino una religión. Vivimos sometidos a la econocracia, que reduce la vida a cifras y modelos. "Divertidísimo" (El Pais), este ensayo ataca los dogmas de la casta sacerdotal de los economistas.
La crisis es el arma del capitalismo para conducir al mundo hacia una Nueva Edad Media. En su inmensa mayoría, los seres humanos se van convirtiendo siervos de la deuda y anticapitalistas a la fuerza. Mientras, los economistas abandonan su idea de ser científicos para convertirse en sacerdotes de los poderosos.
La crisis no es una crisis, sino un asalto al poder absoluto por parte de las élites del capitalismo global. Es el arma de la posteconomía, una fase del sistema en la que el capitalismo está mutando hacia una forma nueva del feudalismo: recorte de libertades y de prestaciones sociales, extensión sin límites de la pobreza...
La economía no es, como pretende, una ciencia, sino una religión. Vivimos sometidos a la econocracia, que reduce la vida a cifras y modelos. "Divertidísimo" (El Pais), este ensayo ataca los dogmas de la casta sacerdotal de los economistas.
La crisis es el arma del capitalismo para conducir al mundo hacia una Nueva Edad Media. En su inmensa mayoría, los seres humanos se van convirtiendo siervos de la deuda y anticapitalistas a la fuerza. Mientras, los economistas abandonan su idea de ser científicos para convertirse en sacerdotes de los poderosos.