Gesualdo Bufalino (Comiso, Sicilia, 1920-1996) estudió literatura en Catania y Palermo. En 1942 fue llamado a filas; capturado en 1943 por los alemanes, logró fugarse. Tuvo que hospitalizarse en 1944; en 1946 abandonó el sanatorio de la Conca d'Oro,en Palermo. Desde entonces hasta su jubilación, en 1976, fue profesor de instituto en Sicilia. Totalmente apartado del mundo literario, fue "descubierto" por su instrucción a un volumen de fotografías de Comiso; a partir de entonces fue acosado por la editorial siciliana Sellerio para que les pasara algún "manuscrito del cajón". Tras muchas reticencias, entregó Perorata del apestado, que se convirtió inmediatamente en el "caso literario" de 1981, por el que obtuvo el prestigioso Premio Campiello, otorgado por un jurado de 300 lectores a la mejor obra editada en 1981, y se convirtió en uno de los bestsellers del año, a pesar de sus exigentes características.
Rescatamos, con prólogo de Jorge Herralde, dos novelas capitales en la obra de Gesualdo Bufalino. La trama de Perorata del apestado transcurre en un sanatorio para tuberculosos donde unos singulares personajes pelean débilmente consigo mismos y con los otros, en espera de la muerte. En esta novela autobiográfica destacan dos figuras memorables: el Gran Flaco, el impresionante médico del sanatorio, y Marta la bailarina, ...
El narrador, asediado por el invierno en un hotel de Roma, evoca, para curarse de sus accesos de angustia, antiguas aventuras en el corazón del Sur, en tiempos de su juventud. Un soberbio diario-novela que puede leerse como balada de las damas de antaño o como de un viaje que vanamente se obstina a promover en leyenda su pobre «vita nuova» .
En 1946, en un sanatorio para tuberculosos de la Conca d?Oro, castillo de Atlante y campo de exterminio, unos singulares personajes, supervivientes de la guerra y presumiblemente incurables, pelean débilmente consigo mismos y con los otros, en espera de la muerte. Largos duelos de gestos y de palabras; de palabras sobre todo: febriles, tiernas, barrocas a tono con el barroco de una tierra que ...
En 1946, en un sanatorio para tuberculosos de la Conca d'Oro, castillo de Atlante y campo de exterminio, unos singulares personajes, supervivientes de la guerra y presumiblemente incurables, pelean débilmente consigo mismos y con los otros, en espera de la muerte. Largos duelos de gestos y de palabras; de palabras sobre todo: febriles, tiernas, barrocas a tono con el barroco de una tierra que ...
Rescatamos, con prólogo de Jorge Herralde, dos novelas capitales en la obra de Gesualdo Bufalino. La trama de Perorata del apestado transcurre en un sanatorio para tuberculosos donde unos singulares personajes pelean débilmente consigo mismos y con los otros, en espera de la muerte. En esta novela autobiográfica destacan dos figuras memorables: el Gran Flaco, el impresionante médico del sanatorio, y Marta la bailarina, ...
El narrador, asediado por el invierno en un hotel de Roma, evoca, para curarse de sus accesos de angustia, antiguas aventuras en el corazón del Sur, en tiempos de su juventud. Un soberbio diario-novela que puede leerse como balada de las damas de antaño o como de un viaje que vanamente se obstina a promover en leyenda su pobre «vita nuova» .
En 1946, en un sanatorio para tuberculosos de la Conca d?Oro, castillo de Atlante y campo de exterminio, unos singulares personajes, supervivientes de la guerra y presumiblemente incurables, pelean débilmente consigo mismos y con los otros, en espera de la muerte. Largos duelos de gestos y de palabras; de palabras sobre todo: febriles, tiernas, barrocas a tono con el barroco de una tierra que ...
En 1946, en un sanatorio para tuberculosos de la Conca d'Oro, castillo de Atlante y campo de exterminio, unos singulares personajes, supervivientes de la guerra y presumiblemente incurables, pelean débilmente consigo mismos y con los otros, en espera de la muerte. Largos duelos de gestos y de palabras; de palabras sobre todo: febriles, tiernas, barrocas a tono con el barroco de una tierra que ...