J. M. Fonollosa (Barcelona, 1922-1991), hoy reconocido por su singular calidad, fue, durante años y desde 1961, fecha de su regreso a España, un poeta que se mantuvo voluntariamente en silencio y al margen de los ambientes literarios. Antes había publicado La sombra de tu luz (1945) y Umbral del silencio (1947) y, en Cuba, el Romancero de Martí (1955). Con Ciudad del Hombre: New York (Acantilado, 2000), daba a conocer una parte fundamental de su obra: laque, realizada en la más completa soledad, se proponía encontrar una voz personal, tanto en los temas tratados como en la forma de hacerlo. Póstumamente se publicó Poetas en la noche (Barcelona, 1996).
«?Ciudad del hombre: New York? es un libro coral. En cierto modo su espíritu es whitmaniano; como Whitman, el poeta es aquí ?un cosmos? y es ?hijo de Manhattan?. Los textos pueden leerse o bien como fragmentos de un diario íntimo?que contendría además, a retazos, una autobiografía fragmentaria, en parte real y en parte ficticia al parecer?o bien como breves monólogos autónomos de múltiples ...
José María Fonollosa no es tanto un poeta marginado por la época como un poeta que decide marginarse de una época con la que no comulga. Cantó a las ciudades que lo conocieron, como si el enjambre de calles fuera el silencioso testigo de su paso por el mundo: Barcelona, La Habana, Nueva York. Y su canto no habla de la agustiniana ciudad de ...
«?Ciudad del hombre: New York? es un libro coral. En cierto modo su espíritu es whitmaniano; como Whitman, el poeta es aquí ?un cosmos? y es ?hijo de Manhattan?. Los textos pueden leerse o bien como fragmentos de un diario íntimo?que contendría además, a retazos, una autobiografía fragmentaria, en parte real y en parte ficticia al parecer?o bien como breves monólogos autónomos de múltiples ...
José María Fonollosa no es tanto un poeta marginado por la época como un poeta que decide marginarse de una época con la que no comulga. Cantó a las ciudades que lo conocieron, como si el enjambre de calles fuera el silencioso testigo de su paso por el mundo: Barcelona, La Habana, Nueva York. Y su canto no habla de la agustiniana ciudad de ...