Internet ha cambiado nuestras vidas pero todavía no ha cambiado nuestras ciudades. Toda revolución
tecnológica lleva emparejadas transformaciones radicales en las formas de vida. Si la era del automóvil y el petróleo
conformó las ciudades del siglo XX, la sociedad de la información configurará las del siglo XXI. Es una evolución
imparable que, sin embargo, hay que saber conducir con criterio. Se trata de aprovechar las experiencias ...