El déficit importa, pero no de la manera en que nos han enseñado a pensar. Sostener la sanidad pública, crear puestos de trabajo, dotarnos de infraestructuras modernas, luchar contra la desigualdad, prevenir el apocalipsis climático..., cualquier objetivo ambicioso inevitablemente se topa con la queja de cómo encontrar el dinero para financiar esos proyectos, enraizada en una serie de mitos sobre el déficit que nos ...