Boom, boom, boom, boom. John Lee Hooker canta que va a dispararte. El tocadiscos suena a todo volumen. La habitación tiene aspecto «de territorio comanche, de zona cero, de la cacharrería del dicho tras el paso del elefante o, más bien, después del paso de toda la manada». La escoria del soul se dedica a lo que mejor sabe: drogarse al ritmo acelerado de ...