En tierra francesa, a la orilla de una Europa que veía acercarse el inicio de la Segunda Guerra Mundial, un poeta, Pablo Neruda, agitaba el pañuelo de despedida consciente de que ese viejo barco cargado de derrotados de la República era su mejor y más bello poema. El 3 de septiembre de 1939, el Winnipeg arribó a las costas de Valparaíso, Chile. En él ...