José Antonio Martín "Petón" anda como un futbolista porque lo fue (Huesca y Alcorcón), discute como un tertuliano de andar por radio y televisión (la Cope y Punto Pelota), escribe como un ensayista de Pepín Bello, el mejor amigo de Lorca (?La desesperación del te?, editado por Pre-textos) y narra como un poeta las epopeyas del fútbol. Petón es lo mismo un representante de jugadores (Torres, Pedrito, Navas...) que aspirante a sabio renacentista. En su casa no hay camisetas colgadas, botas y balones. Lo que más tiene son libros y alguna bandera del Atleti.
Los que prefieren el ballet al fútbol es que no han visto correr a Zidane. El fútbol bien jugado tiene una belleza y una armonía muy difícil de igualar porque va servida con pasión. José Antonio Martín Petón, magnífico narrador y futbolista "hasta la muerte", extrae la música que este deporte lleva dentro.
Este libro es una colección de historias sagradas del fútbol que ...
Sumergidos en la densidad del humo, atizado el ánimo por la teína, los compinches vivían las atardecidas en la mejor habitación de la Residencia de Estudiantes, la de Juanito Vicens, un zaragozano devoto de la imagen de Santa Liberata. Sucedía más continuadamente en las segundas mitades de los meses, cuando el bolsillo de la tropa flaqueaba. En la esquina de la bruma brillaba un ...
Los que prefieren el ballet al fútbol es que no han visto correr a Zidane. El fútbol bien jugado tiene una belleza y una armonía muy difícil de igualar porque va servida con pasión. José Antonio Martín Petón, magnífico narrador y futbolista "hasta la muerte", extrae la música que este deporte lleva dentro.
Este libro es una colección de historias sagradas del fútbol que ...
Sumergidos en la densidad del humo, atizado el ánimo por la teína, los compinches vivían las atardecidas en la mejor habitación de la Residencia de Estudiantes, la de Juanito Vicens, un zaragozano devoto de la imagen de Santa Liberata. Sucedía más continuadamente en las segundas mitades de los meses, cuando el bolsillo de la tropa flaqueaba. En la esquina de la bruma brillaba un ...