En estos relatos el pasado empuja irrefrenablemente. El pasado no es en ellos una simple referencia temporal. Va más allá. El pasado es el argumento, la materia secreta, de casi todas las historias. Son relatos urbanos. Los automóviles, los aviones, los aeropuertos, las oficinas, los teléfonos móviles, los ordenadores… imponen sus reglas. La ciudad dicta su ley sobre los personajes. Algo así como los ...