El 18 de julio de 1936, se anunció una rebelión del Ejército en Marruecos. Aquel sábado caluroso se convirtió en una sucesión de horas frenéticas, dudas, traiciones y muerte. El golpe no triunfó, pero debilitó al Estado republicano y desencadenó la revolución que decía querer evitar. El mapa se rompió en dos. Comenzaba la Guerra Civil.