La Humanidad ha pasado por infinitas guerras, y todas han obedecido a un potencial acumulado de odio, venganza, ansias de poder o deseos de rapiña, cuando no a un exacerbado fervor religioso o ideológico. Y en ese variopinto caudal no solo tiene cabida la palabra, sino que es la materia misma que lo constituye, ya sea bajo su forma oral o escrita, y hasta ...