Manuel Moranta nació en tarragona (1979). Es abogado, creativo publicitario y poeta visual. Compagina su trabajo de director creativo en la agencia de comunicación Inside con el de poeta visual, docente y conferenciante. Ha presentado su trabajo en la Casa del Lector (Madrid), en el proyecto educativo Pedagogías Invisibles de María Acaso, en el Pechakucha del Museo del Diseño de Barcelona, en el Blanc (Festival de diseño de Barcelona) y el evento de dibujo Big Draw. Recientemente ha sido protagonista del programa «La Aventura del Saber» (TV2), a raíz de su singular taller: La poesía visual te salvará la vida. Enseña ilustración conceptual en IDEP Barcelona (Escuela Superior de Imagen y Diseño). Ha expuesto en La Pedrera de Barcelona, en el ciclo Artlab de Interrelaciones Artísticas y en el Art & Breakfast de Málaga.
«Te lo quitas todo. Ahora estás como Dios te trajo al mundo. Sientes la brisa en los cabellos y en la piel. Esta piscina es tuya, para siempre.»
«Manuel lleva años acumulando notas, apuntes en trozos de papel, en libretas, en cantos rodados, en troncos, en muros. A partir de estas observaciones, ha creado un lenguaje propio entre la poesía y la filosofía.»
Manuel un día se puso a correr y le mordió un perro en las nalgas. A partir de ese día, Manuel decidió escribir y dibujar. En ese orden. A esa doble intención la llamó «dibujofrase». El «dibujofrase» es también la historia de una búsqueda insaciable. La palabra, al reconocerse en falta, necesita del dibujo para completar su función comunicativa. Esa convivencia adúltera se nos ...
«Te lo quitas todo. Ahora estás como Dios te trajo al mundo. Sientes la brisa en los cabellos y en la piel. Esta piscina es tuya, para siempre.»
«Manuel lleva años acumulando notas, apuntes en trozos de papel, en libretas, en cantos rodados, en troncos, en muros. A partir de estas observaciones, ha creado un lenguaje propio entre la poesía y la filosofía.»
Manuel un día se puso a correr y le mordió un perro en las nalgas. A partir de ese día, Manuel decidió escribir y dibujar. En ese orden. A esa doble intención la llamó «dibujofrase». El «dibujofrase» es también la historia de una búsqueda insaciable. La palabra, al reconocerse en falta, necesita del dibujo para completar su función comunicativa. Esa convivencia adúltera se nos ...