¿Pueden los pecados cometidos por Estados Unidos en el pasado enturbiar sus esperanzas de futuro? Eso es lo que viene afirmando en los últimos tiempos la izquierda norteamericana, mientras se dedica a lamentar las vergüenzas de la nación atrincherada en sus elegantes salones académicos. Con el fin de desafiar a esta «generación perdida» a que reconsidere el papel que podría desempeñar dentro de la ...