Cansada de sus terribles hermanos trillizos, Lola decide escaparse a África.
Lleva consigo lo imprescindible: su gato de juguete, su juego de té y su mejor dibujo.
Acompañada del chófer de su madre, Gilbert, atraviesa un arenal-desierto y navega por aguas llenas de pirañas en una barca a pedales hasta llegar a la pequeña isla de África…
Deliciosa, tierna e ingeniosa, esta historia es una puerta abierta ...