Józef Wittlin nació en 1896 en Dmytrów, Galitzia, en los confines del imperio austrohúngaro, y murió en 1976 en Nueva York. Novelista, poeta y ensayista, es uno de los máximos representantes de las letras polacas. Cuando era pequeño, su familia, de origen judío y lengua polaca, se trasladó a Lvov, entonces Lemberg. Más tarde estudió en la Universidad de Viena, ciudad en la que frecuentó la tertulia de Karl Kraus y los cafés literarios y conoció a Rainer Maria Rilke y Joseph Roth, a quienes tradujo al polaco; la amistad con Roth se mantendría a lo largo del tiempo. Wittlin pasó algunos años en Italia y, entre 1964 y 1975, viajó a España en varias ocasiones para visitar a su única hija, establecida en Madrid. Aquí se relacionó con numerosos poetas (Vicente Aleixandre, Carlos Bousoño, Claudio Rodríguez, Francisco Brines, etc.), de los que tradujo algunas obras al polaco.
A principios del siglo XX, los habitantes de los Cárpatos llevan una vida sencilla. Hasta que estalla la Primera Guerra Mundial. Piotr Niewiadomski, mozo de cuerda analfabeto, católico y dócil súbdito imperial, cuya máxima aspiración es conseguir una novia con dote y ser empleado del ferrocarril, es reclutado para luchar en un conflicto que apenas entiende. Su desconcierto, y no la contienda propiamente dicha, ...
A su ciudad casi natal, o quizás mucho más que eso, Wittlin dedicó el ensayo "Mi Lvov". Ello se debió más a una casualidad que a una intención creativa premeditada: al parecer, en los primeros años de emigración neoyorquina de Wittlin, se le ocurrió al poeta Jan Lechon la idea de crear un panorama literario de ciudades perdidas; desgraciadamente, el proyecto no pasó del ...
A principios del siglo XX, los habitantes de los Cárpatos llevan una vida sencilla. Hasta que estalla la Primera Guerra Mundial. Piotr Niewiadomski, mozo de cuerda analfabeto, católico y dócil súbdito imperial, cuya máxima aspiración es conseguir una novia con dote y ser empleado del ferrocarril, es reclutado para luchar en un conflicto que apenas entiende. Su desconcierto, y no la contienda propiamente dicha, ...
A su ciudad casi natal, o quizás mucho más que eso, Wittlin dedicó el ensayo "Mi Lvov". Ello se debió más a una casualidad que a una intención creativa premeditada: al parecer, en los primeros años de emigración neoyorquina de Wittlin, se le ocurrió al poeta Jan Lechon la idea de crear un panorama literario de ciudades perdidas; desgraciadamente, el proyecto no pasó del ...