«El derecho a expresar ideas -buenas, malas perversas, disparatadas, imposibles- es el derecho más precisado que puede tener un individuo. Lo interesante es que, en el curso de asegurárselo a sí mismo, debe inevitablemente garantizárselo a su enemigo. De otro modo, no habría libertad para ninguno de los dos.»
Dalton Trumbo, El tiempo del sapo
«A finales de la década de 1960, aquellos que conocieron o ...