Las princesas pueden ser de muchas maneras. Las hay deportistas, cursis, gruñonas, alegres, osadas...
Algunas se juntan y... ¡BUM! Se convierten en dragón. Las Princesas Dragón tienen magia, pero su amigo Rosko, no. ¡Y él desea tanto hacer su propia magia! ¡A Rosko le gustaría tanto abrir ese huevo de dragón que Koko le regaló...! A lo mejor, si lo abre, también podrá volar, ...