El hombre, bajo la pretensión de irse de viaje, se hospedó en la siguiente calle de su propia casa, y ahí, sin que se enterasen su esposa o amigos, y sin dar atisbo de una relación para realizar dicho desvanecimiento, habitó en la cuadra de a lado durante veinte años. En todo ese tiempo, él avistaba su hogar cada día, y veía de continuo ...