Una imagen falta en el origen. Ninguno de nosotros pudo asistir a la escena sexual de la que es resultado. El niño que proviene de ella la imagina interminablemente. Es lo que los psicoanalistas llaman Urszene. Una imagen falta al final. Ninguno de nosotros asistirá, vivo, a su propia muerte. También el hombre y la mujer imaginan interminablemente su descenso hacia los muertos, al ...