Los vampiros no existen. El psicoanálisis no funciona. Estaban verdaderamente hechos para encontrarse. Ionas, joven violinista judío, muere en una batalla en 1917 y, para su desgracia, regresa a la vida en forma de vampiro. Desde entonces solo tiene una obsesión: reencontrarse con el amor de su vida, Hiéléna. Su nueva vida de vampiro, sin embargo, le trae complicaciones, pues tiene que beber sangre ...