«Impura, como una lluvia de barro, se derrama la poesía intimista de Raúl Alonso en un mosaico de paisajes fugaces. Inútil es preguntarse por los frutos inciertos del temporal que pasa, lavando y ensuciando, con sus surcos paganos, la vida de los fortuitos amantes, las calles de la ciudad, la laguna donde vuelan las garzas o los zeppelines que se elevan en su delirante ...