Si pudiera decirlo, lo diría así: me llamo Luigi Alfredo Ricciardi, y veo a los muertos?.Estamos en Nápoles y corre el año 1931, una época en que el fascismo en Italia goza de sus momentos de gloria. Es invierno, y la ciudad parece adormilada por el frío, pero el comisario Ricciardi no para de trabajar. Hombre de pocas palabras, solitario y terco, ha heredado ...