Muchas canciones contienen esporádicos chispazos de alto voltaje lírico, pero muy pocas consiguen sostener sus letras como creaciones autónomas: la palabra suele decaer (o pudrirse) sin el soporte de las notas. Hay, sin embargo, excepciones. Una de ellas es, por supuesto, Bob Dylan. Otra es Ian Curtis, fundador de Joy Division. Si los dioses le concedieron pocos días sobre la tierra, éstos fueron al ...