Fermín Zabalegui se describe a sí mismo como Hater a tiempo parcial; melómano tecnólogo congénito degenerativo. Parte del problema desde 1977. Colabora con varios medios entre ellos la revista GQ y el periódico El País.
El odio es el patito feo de las emociones. Un ejército de 'coaches' motivacionales nos han reprimido con sus sentencias vacías. Hay que reír, hay que llorar, déjalo salir, déjalo entrar y así crecerás [sic], el cielo es el límite. Eso sí, nada de rabia, nada de ira y nada de cólera. Lo de exteriorizar está bien, pero en el plano buenrollista. La parte ...
El odio es el patito feo de las emociones. Un ejército de 'coaches' motivacionales nos han reprimido con sus sentencias vacías. Hay que reír, hay que llorar, déjalo salir, déjalo entrar y así crecerás [sic], el cielo es el límite. Eso sí, nada de rabia, nada de ira y nada de cólera. Lo de exteriorizar está bien, pero en el plano buenrollista. La parte ...