Dorothea Brooke, a los diecinueve años, ha recibido «una educación para jovencitas comparable a las cavilaciones y opiniones de un ratón pensante», pero, activa e idealista, enamorada de un sesudo erudito en temas mitológicos, desea, «pobre criatura, ser sabia también ella». Con esa altitud de miras contrae matrimonio... Y el matrimonio es un fracaso. Tertius Lydgate, por su parte, joven médico emprendedor, anhela convertir ...